El proyecto titulado ‘Eclipse’, presentado por Carlos Rivero Hernández, ha obtenido la Residencia Artística Tarquis-Robayna 2018 del Museo Municipal de Bellas Artes. Esta iniciativa está dotada con 3.000 euros y una bolsa de adquisición de materiales valorada en 1.000 euros.

El tercer teniente de alcalde y concejal de Cultura, José Carlos Acha, indica que las líneas de este trabajo que ha sido seleccionado por la comisión de valoración “se centran en la pintura religiosa, que forma un eje fundamental dentro de las donaciones que constituyen la colección del citado museo. En este tipo de obras la oscuridad tiene una importancia fundamental”, precisa.

La propuesta del nuevo artista residente consiste en trabajar desde la tradición para acercarse a lo que hay de espiritual en estas obras a través de la oscuridad, de ahí el título ‘Eclipse’. Rivero intentará aproximarse a estos cuadros desde procedimientos analógicos, pero con resultados que recuerdan a las técnicas digitales y a los efectos empleados por artistas que utilizan el vídeo o la música electrónica como, por ejemplo, Björk o Arca.

Rivero considera que ambas disciplinas “están vinculadas a una misma tradición espiritual, en la que el cuerpo es también un elemento performativo, un contenedor a través del cual se muestran experiencias de rechazo, aceptación y trascendencia”.

En su opinión, todo forma parte de un mismo modo de entender lo religioso que traspasa géneros y roles. “Son obras –prosigue Rivero– de complejos significados, abiertas a múltiples lecturas que hacen posible seguir trabajando a partir de ellas, en estos momentos, como si estuvieran vivas y nos siguieran hablando de un modo particular de entender el tiempo y el espacio”.

Acha, por su parte recuerda que la finalidad de la Residencia Artística Tarquis- Robayna “se centra en el desarrollo y ejecución de un proyecto de nueva creación e investigación relacionado con una determinada pieza, artista, escuela o técnica artística que se encuentre en los fondos del Museo Municipal de Bellas Artes y que, por tanto, tenga alguna vinculación representativa o simbólica con el mismo”. El edil indica que el proyecto seleccionado “tendrá una duración de seis meses y, en coordinación con la dirección del Museo, obtendrá un acceso adecuado a todas las obras e instalaciones del edificio. El artista deberá realizar una muestra del trabajo desarrollado durante ese tiempo. También se podrán organizar encuentros abiertos al público en formato de charla, conferencia o seminario en el que el responsable del proyecto difunda su experiencia y trabajo en relación a la Residencia Artística Tarquis–Robayna.

Carlos Rivero nació en 1964 en Tenerife. Estudió Bellas Artes en la Universidad de La Laguna (ULL) y terminó la especialidad de grabado en la Universidad Complutense de Madrid. Ha expuesto de forma individual y colectiva en varias galerías de Madrid. Actualmente reside en Tenerife, donde también expone de forma regular.

Varias de sus obras forman parte de la colección del TEA-Tenerife Espacio de las Artes. Rivero trabaja como pintor, escultor y ceramista. Asimismo, se dedica a la edición de libros de artista, hechos con grabados calcográficos, xilografías y linóleos en los que se mezclan las obras de pintores con una trayectoria reconocida junto a poetas, cineastas y otras disciplinas. Es, además, el creador de las ‘Ediciones Carne’.

La comisión de valoración para seleccionar el proyecto correspondiente a la Residencia artística Tarquis-Robayna 2018 estuvo integrada por el tercer teniente de alcalde y concejal de Cultura, José Carlos Acha; la antropóloga y subdirectora del Museo de Antropología de Tenerife, Mayte Henríquez; la pintora y coordinadora de educación del TEA-Tenerife Espacio de las Artes, Paloma Tudela; el ganador del proyecto de la Residencia Artística 2016, Adrián Alemán Bastarrica; el ganador de la Residencia Artística 2017, Jesús Hernández Verano; el museólogo Gilberto González; y la directora del Museo Municipal de Bellas Artes; María del Carmen Duque.