El príncipe Kazimirz Sapiéha-Kodenski, de 27 años de edad, llegó al puerto de Santa Cruz de Tenerife el 20 de febrero de 1909, para pasar las vacaciones en compañía de sus dos hermanos menores, León y Alexander, de 26 y 21 años, respectivamente, hospedándose en el Hotel Orotava, en la plaza de La Candelaria, de esta capital.
Santa Cruz de Tenerife celebraba por esos días las fiestas de Carnaval, por lo que los tres distinguidos huéspedes asistieron a casi todos los espectáculos que se celebraron.
La tarde del día 23, Martes de Carnaval, los tres hermanos alquilaron el balandro Bernardo Barrera, patroneado por Rafael Arnay y el marinero José Megolla, con el fin de llevar a cabo una excursión marítima por la bahía hasta llegar a la playa de San Andrés, “lugar donde ese día solía ir la gente joven y divertida".
”De regreso al Club Náutico de Santa Cruz, Kazimirz pidió timonear la embarcación. Para aprovechar el fuerte viento favorable, viajaban con la vela desplegada cuando, al pasar frente al lugar conocido como el Trabuco, en el Bufadero, una falsa maniobra o un golpe de mar hizo zozobrar la pequeña embarcación y todos los pasajeros cayeron al agua; ante la imposibilidad de ganar la costa a nado, comenzaron a solicitar socorro".
Cuatro, de los cinco tripulantes que viajaban a bordo del balandro, fueron recogidos por Salvador Morales, un pescador de la zona que se encontraba faenando cerca del lugar del accidente, trasladándolos en su barca al núcleo vecinal de María Jiménez, donde una familia les ofreció ropa y comida a los jóvenes náufragos.
Sin embargo, el cuerpo del príncipe Kazimierz no tuvo la misma suerte, pues se cree que, en el momento del bandazo, recibió un golpe en la cabeza y fue arrastrado por las corrientes marinas.
A la búsqueda se sumaron varios botes de vapor de la Comandancia de Marina y de la Dirección de Sanidad del Puerto, con personal especializado, sin que pudieran encontrar su cadáver. En el suceso intervino el Juzgado de Instrucción de Marina y los trámites burocráticos los llevó el cónsul de Italia, Sr. Galati.
El gobernador civil, Joaquín Santos y Ecay, en presencia de los príncipes supervivientes, le entregó a Salvador Morales un diploma del Ministerio de la Gobernación, en el que se le agradecía la labor de rescate llevada a cabo con los náufragos.
El jueves 25 de febrero de 1909, el periódico La Opinión, al igual que El Progreso, La Vanguardia, El Tiempo y ABC recogían este suceso.
Al cumplirse el centenario de su fallecimiento, la placa que recordaba este luctuoso suceso fue entresacada de los riscos donde en su día rompían las olas del mar, y que había quedado oculta de la vista del público cuando se hizo el túnel que se encuentra en este lugar.
Por ello, frente al citado risco, en la plaza Melchor P. Alonso, ubicada frente a la entrada del barrio de María Jiménez, junto a la autovía de San Andrés, la Autoridad Portuaria y la Tertulia Amigos del 25 de Julio encumbraron un monolito de sillería basáltica, piezas rescatadas de las que conformaban los cantiles del primitivo muelle de Santa Cruz de Tenerife, en el que aparece dibujado el Escudo de Armas de la Familia Sapiéha-Kodenski, con la leyenda: Cruz Mihi Foederis Arcus (La Cruz es mi Arca de la Alianza).
Los Sapiéha era una familia principesca muy importante y poderosa de la nobleza de Polonia, cuyo patriarca, León Sapiéha (1557-1633), Gran Canciller de Lituania, recopiló y publicó el Estatuto de aquel país (Cracovia) en 1614.
El abuelo de nuestro ilustre personaje, León Sapiéha (1802-1878), fue Consejero Imperial hereditario de Austria, que lucho en el Congreso para la abolición de la esclavitud, aunque también se distinguió como agricultor, instituyendo excelentes granjas modelo en sus fincas.
Su padre, Wladyslaw León Sapieha (1853-1920), fue político y miembro del parlamento regional de Galitzia y Lodomeria, reino que formaba parte del Imperio Austriaco y Austrohúngaro. Su madre era la Condesa Elzbieta Konstancia Potulicka (1859-1947).
De los 10 hijos del matrimonio, dos de los que le acompañaban ese día, León, escritor y piloto austriaco durante la primera Guerra Mundial, se ordenaría sacerdote, mientras que Alexander participó en la segunda Guerra Mundial.
Otro de los hermanos, Wladyslaw, se casó con Ida Bornemisza de Kászon, cuñada del barón Hans Heinrich Thyseen-Bornemisza, y un tío del Príncipe, el Cardenal Adam Sapieha, que fue Arzobispo de Cracovia, sería tutor del Papa Juan Pablo II, en el seminario clandestino de Cracovia.
José Manuel Ledesma Alonso, Cronista Oficial de la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife