Nombres de las Calles de la Ciudad. Calle Doctor Pérez Camacho

En Las Mimosas, transversal a la calle Doctor Cristino Díaz Martinez

Miguel Pérez Camacho (Los Llanos de Aridane, La Palma, 1882 – Santa Cruz de Tenerife, 1957).

En su juventud se trasladó a Cuba, donde estudió la carrera de Medicina y Cirugía, especializándose en Ginecología y Obstetricia.

En 1914 alcanzaría gran fama como cirujano del aparato digestivo al haberlo practicado a un paciente una gastroenterostomía con una úlcera pilórica.

En Cuba fue miembro de la Sociedad Nacional de Cirugía, de la Sociedad de Estudios Clínicos y director del Hospital de Maternidad e Infancia de La Habana. También tendría su propia Clínica, en Cabaiguán, provincia de Santa Clara.   

Sus trabajos: Un caso de Histerectomía de Útero a Término y Notas Quirúrgicas, leídos en 1925 y 1930, respectivamente, en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, fueron publicados por la Sociedad de Estudios Clínicos.

Se casó, por poder, el 7 de julio de 1915, con Austreberta García Camacho, natural de Santa Cruz de La Palma, de cuyo matrimonio nacieron sus hijas Juana y Berta. 

En 1932 regresó a su isla natal, ejerciendo como cirujano en el Hospital de Nuestra Señora de Los Dolores de Santa Cruz de La Palma.

También abriría una clínica privada -Clínica Camacho-, la cual sería verdadero referente de la sanidad en la Isla. Esta joya arquitectónica, obra del arquitecto grancanario Miguel Martín-Fernández de la Torre, es actualmente la sede del Centro de Salud de la capital palmera.

Miguel Pérez Camacho pasaría los siete últimos años de su vida profesional en la Clínica Capote y en la Clínica Bañares de Santa Cruz de Tenerife, ganándose en estos años un merecido prestigio profesional, ya que fue el primer cirujano que realizó en el Archipiélago Canario la Colecistectomía y la Gastrectomía, cuando todavía en España no se practicaba esta última.

Por sus méritos le fue otorgada la Encomienda y Placa de la Orden de Sanidad.

También, el Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma lo distinguió con la Medalla de Oro de la Ciudad, rotuló una de sus calles con su nombre, y le erigió un busto en bronce en la plaza de La Alameda.