Como para nuestro trabajo náutico nos era indispensable conocer la elevación exacta del Pico de Tenerife desde el muelle de Santa Cruz, pues las observaciones de la altura aparente que habíamos hecho en varios puntos de las islas de Tenerife, Gomera y Canaria, a bordo de La Flore, nos había dado 1.701 toesas (3.315 m), y en la que hicimos en el Puerto de La Orotava, empleando tres bases para realizar la triangulación, obtuvimos una altitud de 1.742 toesas (3.395 m).
Como estos resultados no habían sido correctos, debido al error en la inclinación de un ángulo falso por parte de uno de nuestros colaboradores, valiéndonos de nuevos procedimientos de cálculo para realizar levantamientos astronómicos, obtenidos con instrumentos de reflexión, intentamos corregir los cálculos y mediciones realizados anteriormente con el fin de fijar de manera exacta la posición de las Islas Canarias y la altura del Pico de Tenerife.
Por ello, el 27 de septiembre de 1776, llegamos de nuevo al puerto de Tenerife, a bordo de la corbeta La Brújula y el pequeño barco de cabotaje El Pícaro, en los que viajábamos cuarenta personas. De los once oficiales, dos eran los españoles José Varela y Luís de Arguedas, componentes de la campaña hidrográfica franco-española, con los que llevaríamos a cabo el primer mapa científico del Archipiélago Canario.
Como la cima del Pico de Tenerife se veía desde la punta del muelle de Santa Cruz, instalamos allí nuestra tienda para observar su altitud aparente en el horizonte, mientras que a la vela con un sextante calculamos la altura del Pico desde la bahía.
Para que resulte comprensible el modo en que hemos realizado estas dos observaciones, diremos que en el transcurso de la campaña hemos medido la altitud de esta montaña mediante operaciones trigonométricas muy precisas, utilizando el método exacto, al que desde ahora vamos a llamar determinación astronómica de la posición, para distinguirla de la determinación magnética hecha con la brújula.
Mediante esta altitud conocida y el ángulo aparente observado de 4º 37´, pudimos determinar en primer lugar la distancia desde el muelle hasta la cima del Pico y, a continuación, sirviéndonos de la distancia deducida y de la posición del Pico, al Oeste 28º 55´ Sur, logramos conocer la diferencia entre los dos puntos, tanto en longitud como en latitud.
De manera que la distancia del Pico al Muelle la calculamos en 22.740 toesas (44.309 m), lo que transformado en minutos y segundos de grado terrestre da 24´ 1´´. Reduciendo esta distancia por la determinación de la posición, resulta que el Pico de Tenerife está a 11´37´´ más al Sur y 23´54´´ más al Oeste que el muelle.
Después de un gran número de observaciones muy precisas, logramos obtener que la Pico de Tenerife está a 1.904 toesas (3.710 m) sobre el nivel del mar y al Sur-Oeste 28º 55´ del muelle de Santa Cruz.
Durante mi estancia en el muelle de Santa Cruz coincidí con el navegante inglés James Cook, con quien tuve el placer de compartir datos y experiencias.
(*) Jean Charles Borda (Francia, 1733-1799)
Matemático, Físico y Astrónomo.
Miembro de la Academia de Ciencias de París y director de la Escuela Naval de Francia.
Desde joven se sintió atraído por las ciencias, especialmente las matemáticas, presentando su primer tratado de geometría cuando tenía 20 años.
A partir de 1758 comenzaría a llevar a cabo sus investigaciones matemáticas, mecánica de fluidos, la física de ruedas hidráulicas, bombas e instrumentos científicos, etc.
En 1787 publicó un estudio sobre el círculo de reflexión, instrumento que le catapultó a la fama.
En el puerto de Santa Cruz de Tenerife estuvo en dos ocasiones, el 24 de diciembre de 1771, a bordo de la fragata La Flore, y el 27 de septiembre de 1776, al mando de la expedición formada por la corbeta La Brújula y el pequeño barco de cabotaje El Pícaro.