Aliados de la educación pública

La mejora de la educación de nuestros pequeños es una obligación municipal y, además, una responsabilidad que ha de ser asumida por todos quienes formamos parte de la sociedad

En los últimos años, el Ayuntamiento de Santa Cruz ha multiplicado sus acciones, programas y esfuerzo inversor en materia educativa. Una política que hemos ejecutado, incluso, más allá de las competencias que nos corresponden como Administración local; que hemos afrontado no como el resultado de una directriz legal, sino como un compromiso moral con todos los niños y niñas del municipio.

Porque más allá de lo que dicta la norma, tengo muy claro que la mejora de la educación de nuestros pequeños es una obligación del Ayuntamiento y, además, una responsabilidad que ha de ser asumida por todos quienes formamos parte de la sociedad.

Desde esa perspectiva y, al margen de las acciones concretas a las que me referiré más adelante, nuestra actuación se ha sustentado en el diálogo y la cooperación permanente con lo que se denomina la comunidad educativa: con los colegios y sus equipos directivos, y con los padres y madres.

Hemos podido articular un cauce de comunicación permanente, de modo que todos nuestros proyectos nacen del consenso con la comunidad educativa y, especialmente, de las demandas que nos plantean en las reuniones de trabajo que mantenemos habitualmente.

Una de las acciones más importantes –por cuanto implicó un cambio de tendencia evidente en la acción municipal sobre la educación pública– fue la recuperación, hace unos años, de las actividades extraescolares.

La intensidad de la crisis económica obligó en su momento a suspender ese programa que, afortunadamente, hemos vuelto a activar.

Unos 2.500 niñas y niños matriculados en los colegios públicos del municipio se benefician cada curso de una serie de actividades extraescolares –educativas y deportivas– con las que fortalecemos sus capacidades más allá del horario estrictamente lectivo. Este programa permite, además, alargar la vida de los colegios hasta la tarde y, por tanto, intensificar las relaciones entre la propia comunidad educativa.

Las actividades son gratuitas y cada centro escolar ha diseñado el programa que más se adapta a sus necesidades.

Además, estamos en camino de ampliar esas actividades a los más pequeños para llegar también a los alumnos de Educación Infantil.

Por otra parte, esta misma semana hemos presentado los detalles de un nuevo programa de acogida temprana para colegios públicos, que pondremos en marcha en el segundo tramo de este mismo curso, para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral de los padres.

Para la ampliación de las actividades extraescolares a Infantil y para la acogida temprana destinaremos 200.000 euros de inversión.

Tenemos el programa más completo en esta materia de todos los ayuntamientos canarios; un programa que incluye también acciones como el techado de las canchas deportivas de los colegios públicos, o el acondicionamiento de todos los parques infantiles que se encuentran en su interior.

A estos proyectos se suman otros, como los relacionados con la promoción de hábitos saludables, alimentarios o, incluso, emocionales.

No podemos olvidar, tampoco, el programa que tenemos en marcha para combatir el absentismo y, en consecuencia, el fracaso escolar. En este sentido, me gustaría destacar, por su singularidad, una de las acciones que desarrollamos en Anaga, gracias a una inversión de 640.000 euros financiados por Europa a través del FEDER y dentro del DUSI.

En definitiva, llevamos ya muchos años trabajando por mejorar la educación pública en el municipio, haciendo mucho más de lo que estamos obligados, pero haciéndolo con sumo gusto y convencidos de que nuestros niños y niñas son la mejor inversión posible.