Canarias, más que un día

Publicado en 'La Opinión de Tenerife', el 29 de mayo de 2016

Celebramos mañana el Día de Canarias, que siempre es un buen momento para reivindicar todo aquello que nos une, para recordar de dónde venimos y para reafirmar nuestra identidad como el pueblo que somos: tolerante, abierto, optimista y capaz.

El Día de Canarias es, ante todo, una oportunidad excelente para reflexionar sobre nuestro futuro y también sobre aquellas tareas que aún tenemos pendientes para concluir el diseño de una sociedad más justa, solidaria y próspera.

Canarias se construye los 365 días del año, desde la familia, la calle, el barrio, el pueblo, la ciudad, la isla o el Archipiélago; desde la esfera privada y el compromiso colectivo; desde la iniciativa privada y la administración pública. Canarias es la suma de las voluntades de dos millones de personas que cada día se acuestan con la esperanza de  que el mañana sea mucho mejor que el ayer.

En los últimos cinco años, y antes desde otros cargos públicos, he trabajado sin descanso por mi ciudad, por mi isla y por Canarias. Intentado cumplir siempre el que debe ser el cometido de cualquier político: resolver los problemas de la gente y contribuir a su progreso. Como alcalde de Santa Cruz de Tenerife, me ha tocado en los últimos tiempos capear el inclemente temporal de la crisis económica: levantando muros contra la exclusión social y gestionando recursos económicos que siempre son menos de los deseados. Trabajando por Santa Cruz, la capital de la Isla y cocapital de la Nacionalidad, he trabajado por Tenerife y por Canarias.

La ciudad marcha hoy en día mejor que hace unos años. La contratación, el empleo y la creación de empresas han repuntado, pero todavía hay mucha tarea pendiente: en Santa Cruz y en toda Canarias. Soy plenamente consciente de ello, como también lo soy de que mi candidatura al Congreso de los Diputados por la provincia de Santa Cruz de Tenerife me permitirá profundizar y ampliar el radio de acción de mi actividad política. Al Congreso me llevaré las principales reivindicaciones de Santa Cruz, como la ampliación de la depuradora; nuevos programas de rehabilitación de viviendas en zonas como La Salud, García Escámez o la barriada José Antonio; el proyecto de la playa de Valleseco, las obras viarias de Ofra-El Chorrillo o la Vía Litoral, pero también otras comunes –y no menos importantes– a toda la provincia, a toda Canarias. La necesidad de recuperar un plan específico de empleo para las Islas, de abaratar los transportes entre las Islas  o de que la cesta de la compra sea menos gravosa (especialmente para las islas no capitalinas) son algunas de las demandas cuya satisfacción urgiré al Estado.

En los últimos meses hemos perdido un tiempo precioso, tiempo del que no disponen aquellas familias que aún siguen sufriendo las consecuencias de la crisis. Necesitamos un nuevo impulso para que el centro de la política no sean los políticos –que deben estar más en la calle y menos en los platós de televisión–  sino los problemas de las personas.

La política no ha terminado aún de hacer los deberes, la mejora de la economía real es aún muy incipiente y nuevos nubarrones parecen cernirse sobre ella. Con ese panorama, desde el 27 de junio estamos obligados a negociar, dialogar y cerrar acuerdos antes de que vuelva a ser demasiado tarde para reaccionar.

No soy ajeno a la cultura del pacto y la negociación, como queda acreditado en el Ayuntamiento de Santa Cruz, y a esa tarea me dedicaré con toda la fuerza de la que soy capaz para defender a mi tierra.

Feliz día de Canarias

José Manuel Bermúdez Esparza