El Ayuntamiento escucha a los expertos para concebir el Museo de Historia de la ciudad

El alcalde preside la comisión que promueve el proyecto museístico que albergará el Palacio de Carta una vez hayan finalizado las obras de restauración en curso

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, se reunió a comienzos de semana con la comisión encargada de asesorar el proyecto museístico que acogerá el emblemático Palacio de Carta una vez que finalicen las obras en curso de restauración del inmueble, que albergará el Museo de Historia de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

José Manuel Bermúdez trasladó a los vocales de la comisión “el firme propósito del Ayuntamiento de cumplir con una ilusión compartida por todos, como es ofrecer un espacio museístico de calidad que dé testimonio de la dilatada historia de nuestra capital”.

El alcalde, que valoró la cooperación en este fin de responsables y técnicos de los mejores museos de Tenerife y de especialistas en la historia de la ciudad, informó de que con la adjudicación en estos días de la obras de la primera fase del Palacio de Carta (planta baja y sistemas integrales de seguridad), la previsión es disponer parcialmente del edificio para usos públicos en el último trimestre de 2019.

Composición

En ese contexto, el Ayuntamiento ha invitado a la comisión a que plantee cuestiones e inquietudes acerca del último borrador del proyecto museográfico, entregado por la empresa adjudicataria, y que define el ordenamiento de los espacios, las herramientas tecnológicas a emplear y los elementos claves del futuro Museo de la Historia de Santa Cruz.  

Este órgano consultivo reúne a expertos de reconocido prestigio tanto en materia histórica como museística como Ana María Díaz Pérez, historiadora y presidenta de la Tertulia Amigos del 25 de Julio; Emilio Abad Ripoll, exdirector del Centro de Historia y Cultura Militar; Fátima Hernández, directora del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife; Jesús Duque, técnico del Museo de Historia de Tenerife; José María Iglesias, exdirector del Museo de Historia Militar; y María del Carmen Duque, directora del Museo de Bellas Artes.

Este órgano de asesoramiento cuenta igualmente con la participación del arquitecto Sebastián Matías Delgado; el cronista oficial de la ciudad, José Manuel Ledesma; Rosario Álvarez, miembro de la Real Academia Canaria; y el jefe del Archivo Municipal, Carlos Hernández; a los que se suman los concejales responsables de las áreas de Hacienda, Cultura y Patrimonio Histórico.

El objetivo del Ayuntamiento es avanzar de esta forma en la consecución de un museo que sin perder el rigor histórico se configure como un atractivo de primer orden con un planteamiento de vanguardia que se valga de las posibilidades que ofrecen las tecnologías para divulgar la trayectoria de una ciudad, de un puerto y un pueblo que tiene un espacio reservado en la historia de Tenerife, de Canarias y de España.

Es voluntad del municipio que el futuro museo acoja piezas de indudable valor histórico como el cañón Tigre, una pieza de artillería célebre empleada en la defensa de la ciudad ante el propósito inglés de invadir la Isla en 1797, que en la actualidad se puede visitar en el Museo Militar.    

Idoneidad

El Consistorio entiende que el Palacio de Carta, por su máxima centralidad y por su singularidad arquitectónica -posiblemente la edificación civil más importante de Tenerife-, es el espacio idóneo para abrir un museo de la historia de la capital.

El Palacio de Carta fue construido por el francés Francisco de la Pierre en 1752 (sobre un antiguo edificio del siglo XVI) por orden del capitán de Infantería y primer alcalde electo de Santa Cruz de Tenerife, Matías Bernardo Rodríguez Carta.

Su construcción, en estilo barroco y neoclásico, se prolongó durante tres décadas y desde su apertura ha sido sede de la Capitanía General de Canarias, residencia de 19 capitanes generales y sede del Gobierno Civil. En 1945 y tras años de desuso el edificio fue adquirido por una entidad financiera hasta su reciente adquisición (2007) por parte del Gobierno de Canarias, que finalmente lo cedió a manos del Ayuntamiento.