El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través de la Fundación Santa Cruz Sostenible y con la colaboración de la Fundación Cepsa, culmina este mes la cuarta edición del programa ‘Peque Huertos, por una alimentación saludable’. El desarrollo de esta iniciativa pedagógica gira en torno a los cultivos ecológicos y hace especial hincapié en los beneficios que genera en el medio ambiente.

Las charlas han alcanzado en el presente curso escolar a 1.277 escolares, de 7 y 8 años de edad, pertenecientes a 30 colegios del municipio. Su objetivo principal es reforzar entre los más pequeños la idea de consumir productos locales y frescos.

La actividad de hoy miércoles tuvo lugar en el CEIP Secundino Delgado de Añaza y contó con la asistencia del alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, junto al séptimo teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente, Carlos Correa; la concejala del Distrito Suroeste, Gladys de León; y el director de Cepsa en Canarias, José Manuel Fernández-Sabugo.

Bermúdez resaltó que esta iniciativa “tiene una acogida extraordinaria en el alumnado, ya que les permite aprender divirtiéndose para conocer el origen de los alimentos y cómo se cultivan. Se trata de potenciar hábitos de vida saludable entre los más pequeños para que hayan suyas esas pautas y eviten la aparición de problemas derivados de comidas que no son tan sanas”.

Fernández-Sabugo, por su parte, indicó que “los valores de la solidaridad, la sostenibilidad y el trabajo en equipo son los que caracterizan a una iniciativa que ha sido apoyada, desde su origen por la Fundación Cepsa con el fin de que tengan la oportunidad de aprender en el colegio determinados aspectos nutricionales que, si incorporan a su estilo de vida, les permitirá ser unos adultos mucho más sanos”.

El proyecto ha dado este año un paso más respecto a las ediciones anteriores y se ha centrado, durante el presente curso escolar, en fomentar la agricultura ecológica entre el alumnado. Con esta finalidad se evitará, además, que los menores puedan tener, durante su etapa de crecimiento y desarrollo, problemas tales como caries o sobrepeso, causados por el excesivo consumo de azúcares y la ingesta de alimentos grasos o ricos en colesterol, respectivamente.

Mecánica

En un primer momento, los alumnos reciben una charla en el aula para exponer el contenido de la actividad y sensibilizarlos en aspectos como pautas de alimentación saludable, agricultura ecológica y utilización del reciclaje. De hecho, aprenden la importancia de la reutilización de una botella de plástico que, de esta forma, alarga su vida útil para servir como soporte al peque huerto.

Posteriormente, las niñas y niños crean un pequeño huerto vertical que se llevarán a casa y donde, con la ayuda de sus mayores, podrán seguir paso a paso su crecimiento hasta que los frutos cultivados puedan ser llevados a la mesa. En esta edición, se han elegido plántulas de tomate y perejil.

La actividad concluye con la elaboración de una receta saludable compuesta, mayoritariamente, por los productos que han sembrado los alumnos con el fin de que pueda ser degustada por todos en el centro escolar.

Inculcar valores relacionados con el desarrollo sostenible y el respeto al medio ambiente, a través de la preparación de un huerto ecológico, es el principal fin de esta acción. Los participantes podrán conocer, de primera mano, todo lo relacionado con los cultivos agrícolas. También se potencian hábitos de nutrición adecuada, mediante el consumo de las hortalizas cosechadas, a través del trabajo compartido y responsable junto a sus educadores.

De cara a las próximas ediciones, se pretende incorporar una formación a los docentes de todos aquellos centros que dispongan de un huerto escolar o que quieran optar a su implantación. El objetivo sería un poco más ambicioso y se intentaría dotarlos de los recursos y las herramientas necesarias para su desarrollo.