El Entierro de la Sardina llena de pena y llanto las calles de la ciudad para despedir a Don Carnal

El Entierro de la Sardina reunió a miles de personas en una comitiva funeraria encabezada por viudas y sacerdotes carnavaleros en un ambiente jocoso y distendidos

Don Carnal fue despedido este miércoles de ceniza por todo lo alto, con los honores y el reconocimiento del pueblo chicharrero que se congregó para llorarle un año más. Plañideras, viudas y sacerdotes carnavaleros encabezaron la comitiva del sepelio en un ambiente jocoso, distendido y en el que no faltaron los gritos desesperados ante su inminente partida.

La sardina recorrió las calles de la capital tinerfeña acompañada por miles de almas en pena, que salieron a dar su más sentida despedida a las fiestas de invierno. El luto, a veces no tan riguroso, se mezcló con los disfraces más divertidos en este último acto antes del gran fin de semana de piñata.

La comitiva funeraria arrancó encabezada por la Ni fú Ni fá a las 22.00 horas desde la calle Juan Pablo II hasta la Avenida Marítima, donde se procedió a la incineración de la sardina que sumió en la mayor de las tristezas a los carnavaleros y carnavaleras congregados. A lo largo del recorrido, una de las carrozas contó con la presencia de los cantantes Pepe Benavente y Danisell.

Finalizado el óbito, y con el único fin de olvidar las penas y rendir un último homenaje a Don Carnal, las mascaritas acudieron a la Plaza del Príncipe para bailar al ritmo de Jonhy Maquinaria y a Contra Tiempo.