Esta semana celebramos en Santa Cruz la festividad de Santiago Apóstol, el patrón de la ciudad en virtud de una efeméride que tuvo lugar en la ciudad un 25 de Julio. Ese día, del año 1797, se certificó la victoria del pueblo de Santa Cruz sobre las tropas mandadas por el almirante inglés Horacio Nelson.

La histórica fecha ha dado pie a diversas conmemoraciones y la denominación de calles, plazas e, incluso, colegios en la ciudad.  Uno de esos espacios es la popularmente conocida como Plaza de Los Patos, oficialmente Plaza del 25 de Julio.

Así que no había mejor momento para proceder a la reapertura de la Plaza, después de nueve meses de trabajos de rehabilitación, que el 25 de julio, y celebrar esta conmemoración en uno de los rincones más bellos y singulares de la ciudad.

La rehabilitación, de carácter integral, ha permitido que este espacio recobre todo el esplendor, respetando no solo su esencia original y todos sus elementos, sino aprovechando la mejora propuesta por la adjudicataria para repavimentar las vías adyacentes.

La remodelación de la plaza, que hemos vuelto a poner a disposición de los vecinos para su uso y disfrute, es la mejor prueba del compromiso firme del Ayuntamiento con la rehabilitación de nuestro patrimonio histórico; que es lo mismo que decir que el respeto a nuestra memoria colectiva, a nuestros antepasados, pero también a nuestros hijos y sus hijos.

Porque, como tuve la oportunidad de apuntar en aquel momento, tenemos la responsabilidad de cuidar nuestras riquezas patrimoniales porque son, en definitiva, eso: un patrimonio a disfrutar por las actuales y futuras generaciones.

Y en ese momento también dije que la rehabilitación de la plaza, siendo especialmente importante y simbólica, es uno más de los proyectos que tenemos actualmente en marcha, en diferentes fases de tramitación.

Justo un día después de la reapertura de la plaza, presentamos también el proyecto de rehabilitación de la planta baja del Palacio de Carta, probablemente el edificio histórico de mayor importancia de la ciudad.

En este caso, las obras de restauración comenzarán en el primer semestre de 2019, gracias a una inversión estimada de cerca de 1,2 millones de euros. Y una vez terminadas ofrecerán servicios de atención al público, a la vez que será el futuro hogar del Museo de la Historia de Santa Cruz de Tenerife.  El inmueble también  albergará el cañón Tigre, símbolo de la resistencia y victoria del pueblo de Santa Cruz en el intento de conquista de la Armada británica en 1797.

Pero es que, además, también estamos en el proceso de reforma de la antigua Escuela de Artes y Oficios, en la plaza Ireneo González; en la redacción del proyecto para licitación y contratación de las obras de rehabilitación del Templo Masónico.

O del acondicionamiento del cementerio de San Rafael y San Roque, de la recuperación de alguna de las baterías militares defensivas de la ciudad; de las casas históricas Siliuto y Mascareño; de iglesias, como La Concepción.

O también de ese proyecto tan esperado por todos y para el que ya tenemos financiación: la rehabilitación del parque Viera y Clavijo.

Todos estos proyectos  son ejemplos claros y diáfanos del trabajo que venimos realizando y que comienzan a dar fruto.

Porque no olvidemos que el objetivo último de todas las actuaciones en patrimonio histórico es, además de rehabilitar, poner a disposición de los vecinos y visitantes todas esas riquezas. Para que las disfruten. Los chicharreros de hoy, los chicharreros de mañana, y todos quienes nos visitan.