La alcaldesa de Santa Cruz recibe al Soberano Gran Comendador y presidente del Supremo Consejo del Grado 33 para España

La regidora municipal mantuvo un encuentro con Jesús Soriano en el que hablaron de la situación de la francmasonería en Santa Cruz y del enorme legado masón con el que cuenta el municipio

La alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife, Patricia Hernández, se ha reunido con el Soberano Gran Comendador y presidente del Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la francmasonería para España.

Durante el encuentro, ambos han charlado del vasto legado masón con el que cuenta Canarias y, más concretamente, la ciudad de Santa Cruz.

Asimismo, el Soberano Gran Comendador se ha mostrado muy interesado por la situación del templo masónico de la calle San Lucas y su rehabilitación y puesta en funcionamiento.

En este sentido, la alcaldesa trasladó a Soriano la firme voluntad del consistorio capitalino de recuperar uno de los elementos más distintivos de Santa Cruz y cuya importancia y valor histórico debe ser debidamente reconocido. 

Para Hernández, el templo masónico tiene un valor “incalculable” para el Ayuntamiento puesto que se trata de un edificio “único en el mundo” y cuyo uso, una vez restaurado, debe ser universal y accesible para toda la ciudadanía, ya que esta es la única forma de conocer convenientemente una importante parte de la historia de la ciudad.

El templo masónicp de la calle San Lucas fue construido según un proyecto del arquitecto tinerfeño Manuel de Cámara y Cruz en el año 1900 para uso de la Logia Añaza e inaugurado a principios del siglo XX.

El 15 de septiembre de 1936, en el primer decreto contra la masonería dictado por Franco, el inmueble fue requisado y cedido a la Falange Española, que llegó a cobrar a los visitantes que querían visitar la Sala de Reflexiones. Poco después se convirtió en el almacén de la Farmacia Militar, actividad que se compaginó después con una óptica para el Ejército, mientras que la parte superior se habilitó como acuartelamiento para soldados hasta que en 1990 quedó cerrado.

En mayo de este año se adjudicó el estudio estructural para rehabilitar el Templo, que deberá llevar a cabo la evaluación estructural y constructiva del edificio y la redacción del proyecto y dirección de los trabajos