La plaza situada en la calle Anselmo J. Benítez llevará el nombre de Luis Cola

El Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz aprueba la concesión de honores al ex cronista oficial de la ciudad

El Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife acordó hoy viernes que la plaza situada en la calle Anselmo J. Benítez lleve el nombre de su nieto, Luis Cola Benítez, en homenaje póstumo a la labor desarrollada por el ex cronista oficial de la ciudad, que falleció en la capital el 3 de agosto de 2016.

El expediente aprobado recuerda que la ciudad, “en justa correspondencia a la obra llevada a cabo, tiene el honor de dar su nombre a este plaza a modo de sentido homenaje hacia alguien que desarrolló una importante labor de rescate de la memoria colectiva vinculada a los acontecimientos del presente y del pasado. Y que también destacó por la conservación del acervo histórico, documental y patrimonial de la ciudad, implicándose de múltiples maneras para que Santa Cruz fuese una ciudad dinámica y abierta al futuro”.

Luis Cola Benítez fue cronista oficial de Santa Cruz entre 2011 y 2016. Durante su vida, se hizo acreedor de innumerables distinciones por los conocimientos que atesoraba. Entre los más destacados, figuran el Premio de Investigación Histórica Antonio Rumeu de Armas (2000) y el II Premio de Periodismo Mare Nostrum Resort (2004).

Como cronista fue publicando domingo a domingo, durante los últimos años de su vida, su columna ‘Retales de la Historia’ en el periódico ‘La Opinión de Tenerife’, donde reflejaba los resultados de múltiples horas de investigación en el Archivo Municipal.

Desde niño, Cola Benítez se sintió fuertemente interesado en un pasado sentido como propio. Cuando era cuestionado sobre cómo nació su interés por el pasado de Santa Cruz, aseguraba que lo había heredado de su abuelo Anselmo J. Benítez quien, desde 1952, da nombre a una de las calles de la capital.

Luis Cola se sentía muy orgulloso de su abuelo, que fue concejal y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz durante 14 años. Su antepasado fue fundador de un museo, archivo y biblioteca en Villa Benítez, así como de la industria tipográfica más importante de Canarias, la imprenta Benítez, situada en la calle San Francisco, 8. Desde allí logró salvaguardar la Fuente de la Pila, primer chorro público de la ciudad y único elemento de ornato que se conserva del siglo XVIII.

Otras distinciones

El Pleno del Ayuntamiento también acordó, en su sesión de hoy viernes, iniciar expedientes de honores y distinciones a Camilo Morín Torres, por la destacada labor que desempeñó como dirigente vecinal; así como a Miguel Escámez de Ayala, conocido como Miguel Navarro, por su amplia trayectoria profesional como director del Centro Internacional de Danza Tenerife y de la formación artística Ballets de Tenerife.

Del mismo modo, también se abre expediente de honores y distinciones a la profesora, escritora, poeta y mujer comprometida socialmente Julia Gil López. Esta mujer, que inició su trayectoria literaria cuando pudo robar tiempo a su trabajo docente como catedrática y a su familia como madre de cuatro hijos, colaboró activamente con colectivos pacifistas y de solidaridad, especialmente con pueblos centroamericanos.