Lo mejor está por llegar

Si miramos a nuestro pasado, volveríamos a ver una ciudad atenazada por la crisis económica, golpeada por el desempleo y envuelta en el desánimo

Este año que está a punto de terminar no ha sido malo para Santa Cruz. Seguramente no ha sido el que aún todos seguimos soñando para la ciudad que llevamos en el corazón, pero se va pareciendo cada vez más. La situación económica progresa adecuadamente, el clima social es bueno y crece la confianza ciudadana en un futuro de mayor bienestar.

Los cambios –hacia mejor– que está experimentado Santa Cruz son innegables. Pero solo podremos entender su verdadera dimensión si echamos la vista atrás: y si miramos a nuestro pasado, volveríamos a ver una ciudad atenazada por la crisis económica,  golpeada por el desempleo y envuelta en el desánimo.

Aquella crisis que arrancó a finales de 2007 y se profundizó en los años siguientes provocó, en Santa Cruz y en toda España, una depresión económica y social casi sin precedentes en tiempos de paz.

Hoy, diez años después, seguimos trabajando con humildad, constancia y honestidad para liquidar por completo sus nefastas consecuencias y para reparar todo el daño que ha infligido a nuestra gente, sobre todo a la más vulnerable.

Creo que, desde esa perspectiva, transitamos por el camino adecuado. Santa Cruz ha dado en estos últimos años pasos acertados, tanto desde el punto de vista de la dinamización económica como de la protección social.

En el ámbito concreto de nuestras competencias y responsabilidades como Administración municipal, hemos hecho muchas cosas y, visto sus resultados, cosas buenas.  Hoy, Santa Cruz ha recuperado terreno como centro de los negocios y el empleo a nivel insular; el comercio está experimentado cifras muy positivas de ventas y la ciudad gana espacio como destino turístico. Es decir, estamos consolidando nuestra condición capitalina.

El Ayuntamiento se ha movido exclusivamente por la defensa del interés general,  propiciando las condiciones para activar la economía  –a través de campañas de incentivación y de reducción de la carga fiscal– y para atender a aquellos que más necesidades siguen teniendo.

Y de puertas adentro, seguimos modernizando la Administración para hacerla más ágil y transparente, eliminando trabas administrativas. También en la gestión económico-financiera de la Casa hemos experimentado avances notables y aprobados los Presupuestos  en tiempo y forma.

Dada las fechas en las que nos encontramos y dado el peso del sector en la economía local, resulta esclarecedor de todo lo expuesto las expectativas de nuestros comerciantes en la presenta campaña navideña, con una previsión de ventas muy superior a la de años precedentes. Ese sea, probablemente, el mejor síntoma de la recuperación económica y de la mayor disposición de renta de nuestras familias.

Familias a las que quiero desear desde esta tribuna una muy Feliz Navidad y un nuevo año venturoso, en la convicción, en cualquier caso, de que lo mejor está aún por llegar en Santa Cruz.

Una ciudad que cada vez se parece más a la que soñé cuando tuve el honor de asumir la Alcaldía de la capital y por la que seguiré trabajando, seguramente con aciertos y también con errores, pero sin descanso.

Feliz Navidad y Próspero 2018.

José Manuel Bermúdez Esparza