Los autores canarios protagonizan la nueva edición de ‘Santa Cruz, ciudad leída’

El alcalde explica que los fines de esta iniciativa son el fomento de la lectura y resaltar rincones de la ciudad que han merecido la atención de numerosos escritores

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, y el tercer teniente de alcalde y concejal de Cultura, José Carlos Acha, presentaron esta mañana una nueva edición de ‘Santa Cruz, ciudad leída’, que consiste en la instalación de placas de bronce permanentes y paneles temporales en los que se reproducen fragmentos de obras literarias en las que se hace alusión a la capital tinerfeña.

Tanto el alcalde como el concejal coincidieron en señalar que la finalidad de esta iniciativa es fomentar la afición por la lectura y resaltar rincones de la ciudad que han merecido la atención de numerosos escritores.

El protagonismo de los autores canarios monopoliza prácticamente esta nueva entrega de ‘Santa Cruz, ciudad leída’ ya que, en esta ocasión, se ha querido rendir homenaje y repasar algunos de los hitos más importantes de la capital tinerfeña a través de algunos de los autores naturales de las islas cuyos textos han sido escogidos para estos paneles. El escritor y periodista Eduardo García Rojas, que seleccionó los textos, también asistió al acto de presentación.

Uno de los paneles reproduce, en palabras de José de Viera y Clavijo, la llegada de los primeros europeos a las costas de la actual Santa Cruz de Tenerife capitaneados por Alonso Fernández de Lugo, así como una pequeña parte del extenso memorándum que Leonardo Torriani escribió sobre las fortificaciones de esta plaza.

Se incluyen, además, reflexiones sobre Santa Cruz de Tenerife que firman algunos de sus mejores hijos, como Domingo Pérez Minik, y descripciones a las que no les falta calor, que rubrican dos ilustres investigadores tinerfeños: Luis Cola Benítez y Francisco Martínez Viera.

En el apartado literario se ha optado por escoger un fragmento del cuento ‘Historia del café pobre’, de Antonio Bermejo, miembro del grupo Fetasa; ‘Los guanches en el cabaret’, de Elfidio Alonso; y un texto del gallego Juan Farias, autor de una extraordinaria novela que se desarrolla en Tenerife y La Palma, ‘Los buscadores de agua’. También se ha incluido un fragmento de un texto de Miguel Delibes sobre la capital tinerfeña que no tiene desperdicio por su claridad de ideas.

Finalmente, y junto a Leonardo Torriani, el otro autor extranjero de esta edición es Elizabeth Heaphy de Murray, una mujer viajera y artista que ofreció en sus obras una visión curiosa sobre Santa Cruz de Tenerife, una ciudad una y mil veces leída.

Los paneles o prismas triangulares están ubicados en las siguientes farolas: Al inicio de la Avenida de Anaga, junta la entrada al muelle; frente al Cabildo, zona de paso de cruceristas, en La Plaza de España; al final de la Alameda del Duque de Santa Elena e inicio de La Avenida Francisco La Roche; al lado del Bar Atlántico; frente al edificio de Correos; en las ramblas, unafrente a la Plaza de Toros y otra frente al Hotel Mencey; frente a la fachada del Teatro Guimerá; en la Plaza de La Candelaria, frente al Casino; en la Rambla de Las Tinajas. Los diez textos están en español e inglés.

Las dos placas permanentes de bronce están situadas en:

Acceso principal a la Plaza del Príncipe.

Miguel Delibes, ‘Por esos mundos. Sudamérica con escala en las Canarias’. Planeta DeAgostini, 2002: “Sorprende en la capital, dada su latitud, la relativa amplitud del sector urbano más antiguo. En Santa Cruz no se ve las callejuelas angostas del barrio del mismo nombre de Sevilla o del casco de Cádiz. El sol, aquí, no se considera un enemigo y seguramente por razones bien fundadas”.

Acceso a la Plaza Weyler (entrada por calle del Castillo)

Ezequiel Pérez Plasencia, ‘El orden del día’. Editorial Benhomo, 2008: “Son las diez de una espléndida mañana, en el Kiosco de la Rambla, en el centro de la ciudad. Nos abrazamos. Ya ha pasado por una librería y me saca una edición de bolsillo de Pasado negro, de Fonseca. “No tiene desperdicio”, le digo. Bebemos un par de refrescos”