Menos es más

La estabilidad política de la que venimos disfrutando en Santa Cruz durante estos años resulta un elemento fundamental para garantizar la seguridad jurídica e incrementar la confianza empresarial

Santa Cruz de Tenerife atraviesa un buen momento, sustentado en las favorables condiciones económicas a nivel general, pero también en la aplicación de una política en el ámbito municipal que persigue la dinamización de sus sectores productivos y el ahorro familiar por la vía de la reducción de la carga fiscal.

En los últimos años, la situación económica nos ha permitido afrontar un programa de alivio fiscal que está permitiendo una mayor disposición de renta entre nuestras empresas y familias, de modo que las primeras tendrán mayor facilidad para la inversión y las segundas, para el ahorro.

Por ejemplo, este mismo año ese programa alcanzará los 4,8 millones de euros; es decir, el Ayuntamiento dejará de ingresar ese dinero, pero éste quedará en manos de vecinos y empresarios para su utilización o para su depósito.

Esta política es posible por la labor de saneamiento financiero que hemos llevado a cabo en los últimos años en el Ayuntamiento y también, en buena lógica, por la mejora de los indicadores económicos en el conjunto del país.

La conjunción de ambos factores, unidos a otros intangibles, como la confianza que despierta Santa Cruz entre los inversores y empresarios, nos está ayudando enormemente para la consolidación de la recuperación económica.

Como tampoco resulta desdeñable la estabilidad política de la que venimos disfrutando en Santa Cruz durante estos años, un elemento fundamental para garantizar la seguridad jurídica e incrementar esa confianza empresarial.

Precisamente, a principios de esta misma semana tuve la oportunidad de trasladar a la directiva de la Cámara de Comercio tinerfeña algunos de estos asuntos y anunciar la adopción de una nueva medida de cara al próximo año.

Porque al extenso catálogo de rebajas fiscales que hemos aprobado se unirá también en 2019 la bonificación al cien por ciento de la tasa municipal de ocupación de la vía pública para rodajes cinematográficos o publicitarios, en todas sus modalidades.

Se trata de una medida que se dirige a un sector de actividad floreciente en la ciudad y que tuvo su máxima expresión, en términos cuantitativos, con el rodaje de la película “Bourne” en 2015, que generó un movimiento económico en la ciudad de 300.000 euros diarios.

El año pasado, por ejemplo, se realizaron en la ciudad 59 trabajos de este tipo, entre los que se incluyó el rodaje de escenas de cuatro largometrajes, lo que da idea del potencial de este sector para generar economía y trabajo en el municipio.

Creemos, en definitiva, que esta acción de rebaja fiscal, unida a las que han entrado en vigor en el último lustro, de similares características, allana el camino para la inversión empresarial en la ciudad y supone un aldabonazo a esa confianza empresarial, vital para crear empleo. A veces, como ha quedado demostrado, menos es más. 

José Manuel Bermúdez Esparza