Plena sintonía política con el Cabildo

Publicado en 'El Día', el 23 de octubre de 2016

Tomar la parte por el todo puede ser una práctica muy válida en una tertulia de amigos. Pero, por definición, resulta parcial y, en consecuencia, inexacta. En el caso de la relaciones entre el Ayuntamiento de Santa Cruz y el Cabildo de Tenerife, debo aclarar que la sintonía política es total. No puede ser de otra forma entre dos instituciones presididas por el mismo partido político  y que comparten un proyecto de progreso económico y social para Tenerife y para su capital.

No existen desavenencias de fondo en nuestros respectivos programas de gobierno ni, por descontado, diferencias achacables a factores personales, factores estos últimos que, dicho sea de paso, nunca deberían influir en quienes tienen la responsabilidad de gestionar instituciones y recursos que son de todos.

En las últimas semanas he defendido la posición del Cabildo de Tenerife y de su presidente, Carlos Alonso, en la reclamación a la Consejería de Obras Públicas para la financiación de las obras en carreteras pendientes en la Isla. Un asunto éste que, desgraciadamente, no es nuevo. Como consejero del Cabildo, yo mismo participé de esa reivindicación hace años.

Y hoy vuelvo a exigir que la Comunidad Autónoma cumpla con Tenerife. Porque cumpliendo con Tenerife cumplirá también con Santa Cruz.  Los problemas de atascos de tráfico que se generan en las autopistas de la Isla, especialmente en la TF-5, repercuten en la capital. Muchos de esos conductores atrapados durante las mañanas vienen a Santa Cruz a trabajar, o a hacer gestiones, o a comprar, o a hacer turismo en nuestra ciudad. De modo que, en cualquiera de los casos, los problemas de movilidad más allá del puente de Taco nos afectan sobremanera.

Igualmente, he venido exigiendo en los últimos meses a la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias celeridad en la obra del túnel de la Vía Litoral, un proyecto básico, fundamental, estructurante para la ciudad. Una obra que determinará el aspecto futuro de un Santa Cruz abierto al mar definitivamente.

Coincido pues con el Cabildo en éste y otros muchos asuntos. Asuntos en los que colaboramos estrechamente  con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de todos los vecinos de la ciudad, sean del distrito que sean. Un buen ejemplo de esa cooperación son los proyectos que ejecutamos para la mejora de las redes de aguas pluviales, algunos de ellos ya concluidos y otros de enorme importancia que están en marcha, como la ampliación del cauce del barranco de El Cercado.

Lo dicho no obsta para que la unanimidad de criterios tenga que ser total en todos los temas que trabajamos conjuntamente. Uno de ellos es la ampliación de la Línea 2 del tranvía. Aun compartiendo la necesidad de esta nueva línea –que no está en discusión– discrepamos con el Cabildo en el trazado que han propuesto sus técnicos. Creemos que la mejor solución es su paso por la Avenida de las Hespérides y con parada terminal en la Avenida de Los Majuelos. El Cabildo ya ha dicho que no hará nada que no acepte el Ayuntamiento, con lo cual tampoco veo motivos de fricción por este asunto.

La actualidad de los últimos días también ha vuelto a poner el foco en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de El Toscal. He de decir que el Cabildo se debe pronunciar de manera preceptiva –como así lo ha hecho– sobre el documento, en virtud de su condición de Bien de Interés Cultura (BIC). Ahora bien, lo que no resulta razonable es que la maraña técnico-administrativa ralentice hasta el hartazgo la aprobación de un plan que los vecinos y empresarios del barrio llevan esperando años y años.

Este tipo de planes son importantes no solo desde el punto de vista de la rehabilitación estética del entorno, sino sobre todo como elementos que aportan seguridad jurídica a la hora de invertir, de generar riqueza y, por tanto, de crear empleo. Desde esa perspectiva, lo importante es desbloquear el documento y buscar las fórmulas que permitan su aprobación a la mayor brevedad posible.

En definitiva, estas discrepancias técnicas son las lógicas que pueden aparecer cuando dos administraciones trabajan sobre los mismos asuntos, pero tienen diferentes maneras de abordarlos, aunque el objetivo final sea plenamente compartido.

Y eso es, precisamente, lo más importante: la plena sintonía política y el compromiso total con los vecinos de la capital de la isla de Tenerife que compartimos el Ayuntamiento de Santa Cruz y el Cabildo de Tenerife. Lo otro es accesorio y, además, reversible.

José Manuel Bermúdez Esparza