Los datos de empleo conocidos esta semana, correspondientes al mes de junio, corroboran la tendencia que venimos apreciando en Santa Cruz desde hace nueve meses, consistente en el incremento en las contrataciones y el descenso del paro. Solo en el periodo referido, la cifra de nuevos contratos de trabajo fue de 7.970, lo que supuso un alza del 12 por ciento respecto a junio del pasado año, tres puntos por encima de la media del Archipiélago. En cuanto al desempleo, la reducción fue del 7,19 por ciento, en comparación con el mismo mes del ejercicio anterior, con 1.927 parados menos. Todo ello hace que la cifra de desempleados en nuestra ciudad se sitúe por debajo de las 25.000 personas, por vez primera en cinco años y medio.
Siempre que me preguntan acerca de esta evolución del mercado laboral en el municipio respondo con cautela. No puede ser de otra manera. Porque aunque resulta evidente la recuperación que experimenta la economía local, igual que su reflejo en la creación de empleo, no podemos sentirnos satisfechos. Son muchos los vecinos que aguardan su oportunidad, el instante de conseguir una ocupación, por lo que hemos de perseverar en la línea de favorecer la actividad económica y la atracción de inversiones, con medidas que favorezcan el movimiento empresarial y la generación de puestos de trabajo. No obstante, cada día estoy más convencido de que vamos por el buen camino. Con un horizonte más propicio, Santa Cruz vuelve a ser una ciudad de oportunidades.
En coincidencia con la presentación del cuarto domingo de apertura comercial que celebramos hoy, el secretario general de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias, Abbas Moujir, apuntaba que nuestra capital lleva todo el año en crecimiento y mostraba su esperanza de que esta tendencia se prolongue en el tiempo. Además, el representante empresarial confirmaba el continuo establecimiento de nuevos negocios en Santa Cruz, “lo que indica –decía– que la situación está mejorando”. A ello cabe unir otras dos referencias muy recientes, como el anuncio del próximo rodaje en Santa Cruz de una superproducción de Hollywood y la confirmación del establecimiento en la Dársena Pesquera de una empresa rusa dedicada a la producción de chocolate y galletas.
Poco a poco, a base de constancia y sumando voluntades, estamos logrando voltear la situación. El municipio recobra su vitalidad tradicional y lidera la recuperación en el concierto insular. De la misma manera, su Ayuntamiento está en condiciones de restablecer políticas a las que tuvo que renunciar en los instantes más complicados. Con unas arcas más saneadas, volvemos a disponer de capacidad inversora, lo que también es un estímulo para la actividad empresarial y el empleo, sobre todo en un sector especialmente castigado como la construcción. O recuperamos servicios, como las actividades extraescolares de carácter deportivo en los colegios públicos del municipio, de las que hemos informado esta semana a sus directores.
No puedo olvidarme de otra noticia grata de la semana –especialmente para la gente de Anaga–, como ha sido la aceptación, por parte del Gobierno del Estado, de las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento para la protección de los núcleos costeros de Igueste de San Andrés, Almáciga y Roque de Las Bodegas. En comunicación con algunos de sus habitantes, una vez tuve constancia de la decisión de Costas, he podido compartir con ellos la alegría que les embarga. Confiamos, además, que pueda extenderse también a los de Tachero, por quienes continuaremos batallando desde el punto de vista administrativo, convencidos de que ese núcleo cumple también con las condiciones adecuadas para su legalización. No vamos a perder el ánimo.
José Manuel Bermúdez Esparza
Alcalde de Santa Cruz de Tenerife