Santa Cruz es el corazón de Tenerife. Con esa convicción, presentamos el pasado miércoles en el Teatro Guimerá la nueva marca de la ciudad. Una marca que gira en torno a la posición de centralidad que ocupa Santa Cruz en el conjunto de la Isla y a su condición de capital del empleo y los negocios. Pero sobre todo que focaliza el elemento emocional o sentimental de todos aquellos que somos y ejercemos de chicharreros: el amor incondicional por nuestra ciudad.

Santa Cruz es muchas cosas, pero sobre todo es su gente y sus barrios. Son su fuerza e ilusión las que mueven la ciudad; las que determinan su carácter y son la que, en el futuro, marcarán su devenir.

Los chicharreros han sido los protagonistas de una historia rica en episodios heroicos, pero también han sufrido en momentos de dificultad; ha sido su coraje el que ha permitido que la ciudad se haya levantado en el pasado y el que hoy, también, nos está sacando de la crisis. Ha sido su solidaridad la que ha evitado en estos últimos años que muchos de nuestros vecinos orillaran en la exclusión social.

Así que es el momento de empezar a enterrar palabras como crisis, recesión o depresión. Atravesamos una mejor situación económica y, aunque no es aún la ideal, nos permite otear el futuro con optimismo y, sobre todo, con ilusión.

La nueva marca va en esa dirección. Nos pone frente a nosotros mismos; nos recuerda lo que somos, cómo somos. Y nos abre a un presente y un mañana lleno de oportunidades para todos. Oportunidades en el mundo turístico, empresarial, comercial, cultural o social…

Porque esta iniciativa resultaría inútil si no viniera acompañada de una estrategia de desarrollo que nos marcase los pasos que debemos dar de ahora en adelante. En esa dirección, tenemos que fortalecer nuestra posición como ciudad turística. Cada vez lo somos más, pero habremos de perseverar en ese empeño para consolidar una oferta turística y diferente. Tenemos atractivos suficientes para ello, como nuestro litoral o la Reserva Mundial de la Biosfera de Anaga, nuestra gastronomía o nuestra historia.

En la misma medida, nos estamos abriendo un camino muy interesante en el sector tecnológico y de la innovación, al tiempo que desarrollamos el suelo previsto para actividades industriales.

El avance en todos esos aspectos, sumado a nuestra tradicional  fortaleza en el sector comercial o de restauración, colocará a Santa Cruz en disposición de encarar en los próximos años nuevos  e  ilusionantes retos.

La marca presentada este pasado miércoles, con una buena acogida por la sociedad chicharrera, es de la ciudad, no del Ayuntamiento. Es importante recalcar este aspecto, porque es una marca que ya pertenece a todos los santacruceros, que podrán usarla en cuantas iniciativas estimen oportuno.

Es una marca para que todos la disfrutemos y para que nos recuerde siempre que somos chicharreros de corazón y, además, el corazón de Tenerife.

José Manuel Bermúdez Esparza