Una ciudad de capital importancia

Publicado en 'El Día', el 29 de enero de 2017

El pasado viernes se conmemoró el 195 aniversario de la declaración de Santa Cruz de Tenerife como capital de Canarias, un título que nuestra ciudad conservó durante algo más de un siglo. El acto, organizado por la Tertulia Amigos del 25 de Julio, tuvo lugar, como en otras ocasiones, junto al busto del político José Murphy en la plaza de San Francisco. Quiero aprovechar estas líneas para agradecer  a la Tertulia su trabajo constante por rescatar de nuestra memoria hechos tan importantes para Santa Cruz y fijarlos en la conciencia colectiva de los chicharreros.

Recordamos el viernes, efectivamente, una fecha muy señalada, pero también homenajeamos a uno de nuestros hijos más insignes, Don José Murphy Meade, ejemplo de entrega y dedicación a una causa, en este caso la causa de Santa Cruz de Santiago de Tenerife.

Nuestra historia está escrita en letras de grandes moldes pero se nutre de los desvelos que, a título individual, han protagonizado muchos de nuestros paisanos. La suma de todos esos esfuerzos, como el de Don José Murhy –impulsor de la declaración de capitalidad– ha forjado el carácter y la idiosincrasia de un pueblo que hoy mira orgulloso a su pasado y esperanzado en su futuro.

Porque Santa Cruz es una gran ciudad; una ciudad en la que, más allá de su superficie o de su número de habitantes, subyace una enorme fuerza vital que alimenta su día a día.

Una fuerza que se manifestó en grado superlativo durante los días en los que las tropas del general Gutiérrez vencieron a las del almirante Nelson. Un episodio fundamental, porque fue entonces cuando el admirado militar solicitó para Santa Cruz el privilegio de villa exenta, concedido por la Corona por el triunfo sobre las tropas británicas invasoras. Fue la primera piedra de un conjunto de reconocimientos, como el de Muy Leal, Noble e Invicta, que dieron más tarde como resultado la declaración de la ciudad como capital de Canarias.

Los chicharreros podemos presumir de un pasado brillante y por momentos glorioso, pero esa mirada a los tiempos pretéritos nunca nos ha conducido a la melancolía, sino que ha actuado como fuerza tractora para impulsarnos hacia delante. Para superar las dificultades que se nos han presentado por el camino y afrontar el futuro en las mejores condiciones.

Así ha sido siempre. Hoy también. Santa Cruz está en disposición de dar un nuevo salto, de consolidar la recuperación desde el punto de vista económico y reforzar su liderazgo e influencia en esta parte del Atlántico.

Se nos están abriendo nuevas puertas, nuevas posibilidades, nuevas oportunidades. Muchas de ellas vinculadas a nuevos sectores productivos, otras, al mayor aprovechamiento de nuestras tradicionales fortalezas.

Y juntos estamos diseñando un futuro mejor para las nuevas generaciones, de modo que esos chicharreros del mañana estén tan orgullosos de nosotros como nosotros lo estamos de nuestros antepasados, a los que debemos ser como somos: el corazón de Tenerife y de Canarias.

José Manuel Bermúdez Esparza