Ayuntamiento y comerciantes trabajan juntos para reabrir cuanto antes el Rastro

La directiva de los vendedores se ha reunido en dos ocasiones esta semana con la presencia del alcalde, José Manuel Bermúdez, y el primer teniente de alcalde y responsable de Servicios Públicos, Guillermo Díaz, para dar los primeros pasos que garanticen que se cumplen las normas de seguridad COVID-19.

La junta directiva de los comerciantes del Rastro de Santa Cruz de Tenerife se ha reunido en dos ocasiones esta semana con el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, y el primer teniente de alcalde y concejal de Servicios Públicos, Guillermo Díaz, con la intención de ir tratando los asuntos más importantes que propicien su reapertura, cuanto antes, “ya que hay muchas familias para las que la actividad dominical supone su única entrada económica, ya que muchas de ellas carecen de empleo y de prestaciones contributivas, por lo que, si no despliegan sus puestos, dejan de percibir el mínimo sustento y pasan a quedarse en una situación aún más vulnerable”, apostilla Carmen Tejera, presidenta de la asociación.

En la primera reunión celebrada esta semana, donde estuvo presente José Manuel Bermúdez, se incidió en que “el Rastro es un centro de atracción para el municipio y un dinamizador que, si no existiera, conduciría a que Santa Cruz perdiese parte de su vida dominical y económica, que, a su vez, genera dinamismo en taxistas, guaguas, tranvía, bares y comercios aledaños e incluso a la propia Recova”, argumenta el alcalde

Por su parte, el primer teniente de alcalde, Guillermo Díaz, responsable de esta área, entiende perfectamente la preocupación del colectivo de vendedores y recuerda que estas reuniones sirven para ir limando y afinando en la logística necesaria para que el Rastro vuelva a las calles de la ciudad, aunque “es del todo imprescindible cumplir con la normativa, ya que es imperativo por motivos de salud y deberán ser las autoridades sanitarias las que establezcan los protocolos a seguir en el caso de este tipo de mercados”, recordó Guillermo Díaz.

Estas dos primeras reuniones o encuentros que se producen entre Ayuntamiento y vendedores tras el confinamiento permiten dimensionar y tener en cuenta que las familias que dependen del Rastro integran un colectivo muy importante, “que hasta ahora no habíamos sido atendidos y nos manteníamos en la incertidumbre. Al menos, ahora sabemos que existen interlocutores válidos con quienes hablar y que conocen que somos 800 puestos entre regularizados y los que están en vías de hacerlo, y que, sin duda, son parte importante de la ciudad”, enfatiza Carmen Tejera.