Patrimonio Histórico Portuario IX

Grúa de Pórtico 6T -1

Como las grúas existentes en el muelle de Santa Cruz de Tenerife eran insuficientes para satisfacer las necesidades del tráfico portuario, pues no tenían la envergadura suficiente, se encontraban en mal estado de conservación y estaban colocadas en lugares donde los barcos no podían atracar, en 1959 la Junta de Obras del Puerto adquirió seis grúas eléctricas de pórtico de 6 toneladas de potencia y 20 metros de alcance (pluma) que fueron instaladas en el muelle de Ribera.

El montaje de las citadas grúas, la instalación de las vías por donde se desplazaban y la estación eléctrica de transformación fueron llevados a cabo por técnicos y operarios venidos expresamente de los Talleres E. Grasset S.A. de Madrid, empresa concesionaria de las citadas grúas.

El montaje consistió en colocar los mecanismos de elevación, tiro y alcance, así como la instalación de las vías de traslación, con carriles tipo puerto, anclajes, tornillos y abrazaderas.

La estación eléctrica de transformación, que utilizaba corriente trifásica de 380 Voltios, se montó dentro de una caseta hecha al efecto.

Grúa de Pórtico 6T -1

La grúa de 6 toneladas de potencia que se encuentra expuesta en la primera alineación del muelle de Ribera del puerto de Santa Cruz de Tenerife, entre el edificio Puerto-Ciudad y la nueva Estación de Cruceros, es la única que se conserva de las citadas seis grúas eléctricas.

Las grúas se denominaban “de pórtico” porque su estructura permitía a los vehículos circular por debajo de ellas.

El pórtico, de estructura metálica, va montado sobre cuatro carretones que ruedan sobre vías paralelas al cantil del muelle, embutidas en el pavimento.

Sobre el pórtico está situada la cabina de madera, en la que se ubicaba el maquinista y se encontraban los mecanismos encargados de efectuar los movimientos de la grúa para poder trasladarse a través de las vías, realizar el giro de la propia cabina (180º) y la pluma anclada sobre ella, el cambio de alcance de la citada pluma y el arrollamiento del cable de elevación de cargas.

Su trabajo diario era la desestiba de mercancías en general y la estiba de piñas de plátanos y atados de tomates.

A partir de 1967 su misión sería la de sostener dos pasarelas, instaladas por la Junta de Obras del Puerto, para que los pasajeros pudieran acceder o descender de los ferris de la Compañía Trasmediterránea, J.J. Sister y Manuel Soto, a la azotea de la Estación Marítima.

Como en 2006 la citada grúa ya estaba en desuso, el personal técnico de la Autoridad Portuaria llevaría a cabo una lograda restauración, evitando de esta manera que se deteriorara y que este patrimonio industrial preservara su valor histórico, tecnológico, social y estético.