zonas el municipio -como los suelos actualmente ocupados por la refinería de petróleos-, debería llevar a una reflexión sobre el papel que en estos últimos años se ha asignado al Suroeste del municipio y a la necesidad de proporcionar las reservas de suelo urbanizable a unas previsiones de crecimiento y horizontes mucho más realistas.
En este sentido, y en el marco conceptual del Ecoeje Birmagen-Añaza, sería adecuado una desclasificación de suelo urbanizable en favor del rústico en base a los siguientes argumentos:
a. Limitar el consumo de suelo a aquellos sectores de suelo urbanizable encaminados a cohesionar la trama urbana ya existente
b. Revisión de la viabilidad del desarrollo de los sectores de suelo urbanizable, principalmente de los situados en la costa, y sobre los valores paisajísticos, naturales y culturales de éstos, manifestados en su fragmentación actual al estar surcados por suelos de valores naturales y yacimientos arqueológicos.

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