Es importante señalar que por coherencia, las ordenanzas de los distintos municipios de la isla no deberían diferir, para no crear confusión e inseguridad normativa para los ciudadanos al desplazarse en bicicleta entre los diferentes municipios. Por tanto, la ordenanza de Santa Cruz debería amoldarse, en lo que a la bici se refiere, a lo estipulado por el Cabildo. Por otro lado, evidentemente, la mejor solución a futuro, y por la que se está trabajando en todas las ciudades que nos llevan años de ventaja, sería el habilitar carriles bici en la vía pública, de modo que se “baje la bicicleta a la calle” dejando las aceras para los peatones y “robándole” espacio a los vehículos motorizados y no al peatón. Pero hasta que esta red de carriles bici no se desarrolle, obligar a circular a las bicis por calles con límites de 50 km/h (que ni se respetan) y conductores no habituados a las bicicletas o directamente hostiles, sería cuanto menos temerario e irresponsable.
Es importante señalar que por coherencia, las ordenanzas de los distintos municipios de la isla no deberían diferir, para no crear confusión e inseguridad normativa para los ciudadanos al desplazarse en bicicleta entre los diferentes municipios. Por tanto, la ordenanza de Santa Cruz debería amoldarse, en lo que a la bici se refiere, a lo estipulado por el Cabildo. Por otro lado, evidentemente, la mejor solución a futuro, y por la que se está trabajando en todas las ciudades que nos llevan años de ventaja, sería el habilitar carriles bici en la vía pública, de modo que se “baje la bicicleta a la calle” dejando las aceras para los peatones y “robándole” espacio a los vehículos motorizados y no al peatón. Pero hasta que esta red de carriles bici no se desarrolle, obligar a circular a las bicis por calles con límites de 50 km/h (que ni se respetan) y conductores no habituados a las bicicletas o directamente hostiles, sería cuanto menos temerario e irresponsable.