Santa Cruz de Tenerife ha conmemorado el 525 aniversario de su fundación como Puerto y Lugar, hecho acontecido en 1494, cuando Alonso Fernández de Lugo colocó en la playa de Añazo el madero cruciforme del primer enclave castellano en la isla.
La tradicional función religiosa, celebrada en la parroquia matriz de Nuestra Señora de La Concepción, estuvo presidida por el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, y consagrada por todos los párrocos del municipio.
La cita contó con la presencia del alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, y del jefe del Mando de Canarias, teniente general Carlos Palacios, que ostentó la representación de S.M. El Rey, además de otros miembros de la corporación municipal y otras instituciones.
Al término de la función religiosa tuvo lugar la procesión de la Cruz fundacional, que recorrió las calles de Santo Domingo, La Noria y Padre Moore, para regresar a la parroquia matriz, donde tiene su retiro y es objeto de veneración.
