Santa Cruz defiende el derecho de los ciegos a viajar en transporte público con perro guía

Además de cumplir la legalidad, el alcalde apela "a la humanidad de todos para favorecer una convivencia responsable y cívica en la ciudad”

Una amplia representación de la asociación de usuarios de perros guía de Canarias (Aupcan), del colectivo profesional del taxi en Santa Cruz de Tenerife y del Ayuntamiento de la capital se concentraron esta mañana para reivindicar el cumplimiento de la normativa que avala el derecho de las personas con discapacidad visual a utilizar el transporte público junto a sus perros guía.

El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, se dirigió a cerca de un centenar de personas congregadas en la Plaza de España para advertir que “el uso del transporte público en compañía del perro guía no es una cuestión de voluntad sino una cuestión de legalidad” y apelar también “a la humanidad de todos para favorecer una convivencia responsable y cívica en la ciudad”.

En respuesta a algún episodio puntual que se ha registrado en los últimos días, los distintos portavoces de los colectivos reunidos recordaron que tanto la legislación nacional como la europea regulan el uso de perro guía y reconocen en todo el territorio español el derecho del usuario de acceder en compañía del animal a todo tipo de transportes públicos.

“Lo único que tenemos que hacer es cumplir la normativa y ayudar a los demás”, aseguró José Manuel Bermúdez, quien advirtió que “lógicamente quien no cumpla debe ser apercibido y amonestado”.

El cuarto teniente de alcalde y concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, agradeció la respuesta tanto de la asociación de usuarios de perros guía como del colectivo de profesionales del taxi por acudir a la concentración, señalando que “hay que diferenciar un episodio puntual de la voluntad mayoritariamente compartida por los taxistas de Santa Cruz de cumplir la ley y aceptar a los perros guía en los desplazamientos”.

Arteaga distinguió entre la obligación que establece la ley de acceso universal de las personas con discapacidad visual con su perro a los transportes públicos de la voluntariedad del taxista a la hora de aceptar o no a las mascotas en su vehículo.

Sandra Santana, como presidenta de Aupcan, expresó su satisfacción por la presencia del sector del taxi y del Ayuntamiento en el acto, así como de compañeros de la asociación procedentes de Gran Canaria que acudieron a sumarse a la convocatoria.

“Queremos sentirnos siempre integrados y partícipes de la sociedad -dijo- pero necesitamos que se cumpla la ley para salir de casa cada día con la mayor tranquilidad y con la seguridad de que podemos viajar en los medios de transporte público”.

Desde la asociación se reconoció que el Ayuntamiento “siempre va de la mano con nosotros”, así como que “nos sentimos muy bien tratados por el gremio del taxi, por eso es importante que no se produzcan estos incidentes y si ocurren que reaccionemos como estamos haciendo hoy. Todos juntos”.

En nombre de los profesionales del taxi, Yamilet Socas se solidarizó con los usuarios y aseguró que “los perros guía no causan ningún problema nunca y no hay diferencia con un servicio ordinario”.

Decálogo

En el transcurso de la concentración se distribuyó un decálogo de buenas prácticas sobre el comportamiento adecuado que se ha de seguir con los perros guía y que es fruto del trabajo conjunto de la asociación con distintos municipios de Tenerife y del conjunto de Canarias.

Entre los aspectos más relevantes del decálogo, destacan la conveniencia de preguntar primero a la persona que porta el perro guía si se le puede saludar; no llamarlo o darle de comer cuando está trabajando porque los silbidos pueden distraerlo; si se pasea con otro perro, no dejarlo suelto cerca porque puede suponer un factor de distracción; hablar siempre con el dueño del perro guía si queremos que el can cumpla con una indicación, descartando tirar de la correa o agarrar el arnés.

De igual manera, se hace hincapié en desterrar determinadas creencias, resaltando que estas razas (mayoritariamente labrador) no son agresivas, no transmiten enfermedades, son limpios y siempre realizan sus necesidades en los lugares adecuados.

Los asistentes recibieron determinados consejos útiles y recordatorios, entre los que estuvo el de que el perro guía es el equivalente a los ojos de la persona invidente, por lo que no hay que impedirle el paso a los establecimientos, ni tampoco al transporte público. En este último caso, siempre hay que procurar que el can tengo una ubicación cómoda.

También se advirtió a los conductores que extremen las medidas de precaución cuando adviertan que una persona invidente va a cruzar la calzada, especialmente a la hora de detener su vehículo a una distancia suficiente para evitar que el perro guía pueda asustarse.

Por último se enfatizó en la idea de que cuando se coincida con un invidente y su perro guía en un paso de peatones, no cruzar en rojo para evitar que el animal pueda despistarse y emprenda la marcha cuando la señal luminosa advierte de lo contrario.