La Televisión Canaria estrenó hace unos días el documental “Finca de Gato”, sobre la historia de Barrio Nuevo

La obra del director Raúl Jiménez está patrocinada por el Distrito Centro–Ifara, que dirige Guillermo Díaz Guerra, para dar a conocer una parte de la historia de Barrio Nuevo.

La Televisión Canaria estrenó hace unos días el documental “Finca de Gato” basado en la historia de Barrio Nuevo y realizado por el director Raúl Jiménez. Este documental, impulsado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del distrito Centro-Ifara, pretende acercar la historia del núcleo capitalino a los propios vecinos para que conozcan cómo nació su barrio.

El primer teniente de alcalde y edil de Centro-Ifara, Guillermo Díaz Guerra, ha manifestado sobre esta pieza, de algo más de una hora de duración, que “el argumento de este documental se centra a principios del siglo pasado, en 1930, cuando Barrio Nuevo comienza a surgir hacia la parcelación de la conocida como Finca de El Gato”. 

Guillermo Díaz Guerra ha explicado que el proyecto “fue impulsado en su momento por el concejal José Carlos Acha, con el objetivo de poner en valor el origen de este popular barrio de Santa Cruz”.  

El documental narra cómo el barrio se desarrolla, primero, como asentamiento marginal ligado a la autoconstrucción de viviendas. Fueron inmigrantes de El Hierro, La Gomera, Fuerteventura y Gran Canaria los que conformaron el barrio en la primera mitad del siglo pasado, abandonaron el campo con la intención de encontrar mejores trabajos.

Díaz Guerra también ha señalado que “la idea era haber presentado la cinta en las fiestas patronales del barrio, algo imposible de realizar como consecuencia de la pandemia” y ha agregado que “es muy de valorar iniciativas así, como la de la realización de este documental, que nos permiten conocer más de cerca la historia de nuestra ciudad y sus barrios”.

Según la información que aporta el documental, Barrio Nuevo se fue desarrollando con otros núcleos poblacionales: como Cueva Roja y La Llavita. Dicen los responsables del mismo que los vecinos “fabricaban sus casas a pesar de la prohibición y los controles policiales de la administración.  A pesar de las restricciones, un guardia del régimen, apodado “el Falange”, vendía pedacitos de estas parcelas a aquellos inmigrantes que buscaban un lugar donde establecerse. El Falange se aprovechaba de la precariedad de estas familias y se lucraba haciendo negocio, según cuentan los ancianos del lugar”.

Por último, Cueva Roja recibió su nombre de una cueva de enormes dimensiones en la zona, curiosamente poco conocida por la mayoría de chicharreros y canarios en general. Dicha cueva fue considerada para Museo Guanche en 1936, semanas antes del estallido de la Guerra Civil, y posteriormente fue modificada debido a la extracción de cantería, así como por el desplome de parte de la misma.

El documental se encuentra disponible en el siguiente enlace: FINCA DEL GATO