Calle María Mérida Pérez

Santa Cruz de Tenerife le dedicó una de sus calles, la situada en el barrio del Toscal, con entrada por la calle San Martin, aún sin salida a la calle San Antonio.

María Mérida Perez, nació en Valverde, El Hierro, el 5 de junio de 1925. Sus padres, Ricardo y Adolfa, tenían una venta y una pequeña finca en el pueblo pesquero de Tamaduste, donde de niña disfrutó junto con su hermana.

Cuando tenía cinco años de edad, sus padres, al igual que muchos herreños, se trasladaron a Santa Cruz de Tenerife buscando nuevos horizontes y mejoras, tanto económicas, como intelectuales para sus hijas. Al principio abrieron una pensión en la calle Santo Domingo, muy cerca del Teatro Guimerá, pero la tuvieron que cerrar al enfermar su madre, trasladándose a vivir a la calle del Humo, en el barrio de Regla, donde instalaron una venta.

Cuatro años más tarde, sus padres decidieron mudarse a Las Palmas de Gran Canaria, donde montaron una cafetería en las cercanías del Puerto de La Luz, en sociedad con otro herreño. La familia regresaría de nuevo a Santa Cruz, cuando María acababa de cumplir los 11 años.

 Con esta edad, acude a cantar al programa los “Miércoles de Moda, espectáculo que se celebraba en el cine Numancia, para recaudar fondos para los canarios que luchaban en el frente de batalla, pues transcurría el año 1936.

Su primer reconocimiento como artista le llegó con tan solo 12 años, cuando ganó 25 pesetas al obtener el primer premio del concurso de folías, celebrado en el Parque Recreativo. Luego se presentaría a un concurso en Radio Club, donde le obsequiaron un reloj, primero que tuvo en su vida.

Cuando el General García Escámez la invitó a actuar en una fiesta que dio en el Palacio de Capitanía, les recomendó a sus padres que estudiara en el conservatorio de Música de la calle Ruiz de Padrón, al lado de la Plaza del Príncipe.

Cuando tenía 17 años, viajó por primera vez a la Península para participar en la demostración sindical de Coros y Danzas que se celebró en Madrid. A partir de este momento fue considerada como una de las voces predilectas de la Masa Coral, donde también aprendió los bailes regionales.

 Se casó el 3 de agosto de 1944 con Horacio Cruz, natural de Hermigua (Gomera), matrimonio del que nacieron sus hijos: Ricardo Antonio, Miguel Ángel, José Horacio; y su hija, Mayte.

Por razones laborales de su esposo, en abril de 1946 se trasladaron a vivir a Madrid, donde su casa llegaría a ser el punto de encuentro de Canarios, pues por ella solían pasar los futbolistas isleños Silva, Hernández, Lobito Negro, Miguel, Molowny, Múgica, etc. Aquí conocería a Lorenzo Valenzuela, con quien  fundaría el Hogar Canario de la capital de España.

Durante siete años participaría de  madrugada en el programa de Radio Nacional de España que semanalmente dedicaba a los emigrantes españoles. También colaboraba con Radio Madrid y Radio Intercontinental.

En esta época conoció a otro canario, Francisco Navarro, con el que formó el grupo musical Los Guanches, grabando Palmero sube a La Palma, una de sus canciones más conocidas. En vista del éxito de este primer compacto, la Casa Columbia le propuso firmar un contrato para grabar dos discos cada año, y una gira por todas las provincias españolas; aunque sus mayores éxitos los obtuvo en el teatro María Guerrero.

En 1947, Matías Vega, presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, la animó a grabar un disco con letras de Néstor Álamo, uno de los grandes compositores de la música popular canaria. Para dirigir este primer compacto, Néstor se desplazaría a Madrid. Al finalizar la grabación María Mérida realizaría una gira por diversas localidades de la Isla, acompañada de Pepe Monagas, Pepe Martín y Pepita Sarmiento.

En 1950, junto con 150 representantes del folclore de diferentes provincias españolas, llevaron a cabo una gira por la Costa Azul, hasta llegar a París. El periódico Le Figaro compararía a María Mérida con la cantante Edith Piaf, denominándola “la Piaf canaria”. Luego viajarían a varias ciudades de Italia, siendo recibidos por el Papa Pío XII en el Vaticano.

En 1951, mientras el citado grupo se dirigía a Canadá, los canarios de la compañía viajaron a Estados Unidos, dando conciertos en California, San Diego, Santa Bárbara y San Antonio de Texas, ciudades formadas por colonos oriundos de Canarias. Cuando actuó en el Carnegie Hall de Nueva York, el New York Times destacó su voz como una de las cuatro mejores del mundo.

También recorrería la mayoría de las capitales de Latinoamérica, actuando con la Antología de la Zarzuela de José Tamayo y la compañía El Greco. Su espectáculo siempre lo cerraba vestida con el traje típico y cantando el pasodoble Islas Canarias.

En la década de los sesenta fija su residencia en Alemania, país al que su marido había sido destinado a trabajar. A los cuatro años tuvieron que regresar porque los médicos le diagnosticaron un mal de vesícula, aunque ella decía que su mal era la nostalgia del sol, del mar, de su gente, y de los aplausos.

Al enterarse de su enfermedad, el presidente del cabildo herreño Matías Castañeda la fue a visitar a su casa de Madrid, proponiéndole que pasara unos días en su querido terruño y disfrutara de la Bajada de la Virgen de los Reyes. En la Isla sería recibida por sus paisanos con una alfombra de flores que decía “Bienvenida, María”, sintiendo una inmensa emoción pues no había vuelto a la Isla desde que con cinco años salió con sus padres y hermana para desplazarse a Tenerife.

En su discografía, le dedicó una composición a cada una de las Islas Canarias: Mi Hierro lindo, Lanzarote isla bravía, Peñón gomero, Fuerteventura morena, Isa palmera, Tenerife isla amada, y Cumbres de mi Gran Canaria.

En 2001 publicó el disco Mi dulce Garoé,​ grabado con el Grupo Bentayga, donde recopila sus grandes éxitos. Desde hace unos años participa con el grupo Bimbaches Jazz Band, un proyecto del Centro Unesco de Canarias, dirigido por el reconocido guitarrista alemán Torsten de Winkel, afincado en El Hierro, con quien ha actuado en diferentes lugares de Europa.

La voz más personal y emotiva de nuestro folclore, reconocida por prestigiosos críticos y artistas internacionales, compartió escenario a lo largo de su vida con estrellas como Placido Domingo, Alfredo kraus, Montserrat Caballé o Bing Crosby.

Ha recibido diversos honores y distinciones; de ellos destacaremos el Premio Canarias de las Bellas Artes e Interpretación, concedido por el Gobierno de Canarias en el año 2000;  y el Premio de Honor de los Coros y Danzas de España (2019).

El 5 de junio de 2021, la Asociación Profesional de Compositores Canarios le otorgó el Premio de Honor de la Música Canaria por su extensa trayectoria profesional y artística, toda ella dedicada a la difusión de las canciones de las Islas Canarias.

En el Hierro, además de ser nombrada Hija Predilecta de la Isla en el año 2002 y otorgarle el Garoe de Oro, el ayuntamiento de Valverde le dio su nombre a una calle. También fue nombrada Hija Adoptiva de la Villa de Teror, Gran Canaria, en 2017.