Santa Cruz celebra que el hospital flotante Naves de Esperanza elija el puerto capitalino

La concejala de Acción Social, Charín González, recibió esta semana a responsables de esta iniciativa solidaria creada en 1978, cuyo presidente, Gerardo A. Vangioni, comunicó la intención de que un mes al año el buque atraque en la ciudad para avituallamiento y la posible captación de voluntarios.

El Ayuntamiento de Santa Cruz, a través de la concejala de Acción Social, Charín González, recibió esta semana la visita de los responsables de la organización no gubernamental (ONG) Naves de Esperanza, con su presidente al frente, Gerardo A. Vangioni, que adelantó la intención de este hospital flotante de atracar cada año un mes en el puerto de esta capital para realizar acciones de reparación y avituallamiento, “existiendo la posibilidad de que voluntarios de la isla pudieran enrolarse en esta nave que recorre los mares extendiendo la ayuda hospitalaria y médica allá donde es más urgente”, desvela la concejala.

“Se trata de un buque hospital y de atención médica -detalla González- que en la actualidad tiene el centro de sus operaciones en el África Subsahariana, por lo que la elección de Santa Cruz como puerto base tiene un primer argumento de proximidad al área preferente de intervención” y argumenta que “además de la pretensión de extender el conocimiento de su labor humanitaria a toda la isla e incluso el Archipiélago, con la finalidad de captar voluntarios para sus naves, ya que hay que tener en cuenta que a bordo de cada una de sus hospitales flotantes viajan más de 600 tripulantes, de todo tipo”.

Por su parte, Gerardo A. Vangioni afirma que “como voluntarios en buques hospitales, viajamos para ofrecer servicios de salud gratuitos de clase mundial y atención quirúrgica segura, precisamente porque nos dedicamos a fortalecer los sistemas de salud locales en países en desarrollo” y argumenta que “esta tarea la realizamos a través de la provisión de cuidados médicos de primera y capacitación avanzada, marcando una diferencia en comunidades con acceso limitado a la salud”.

“La elección de Santa Cruz como nuestro puerto -continúa Vangioni- tiene su fundamento por tres razones básicas: la primera es que se trata del puerto europeo más cercano a la zona del continente africano donde hemos centrado nuestra actual actividad; la segunda son los servicios de calidad que ofrece la Autoridad Portuaria, y la tercera, porque a lo largo de los años que hemos venido a esta ciudad encontramos los profesionales y las empresas adecuadas para los trabajos que necesitamos, tanto para las reparaciones y puesta a punto de los buques, como para la obtención de medicamentos y el propio avituallamiento”.

“Debemos tener en cuenta –detalla el presidente de Naves de Esperanza- que la parte médico-hospitalaria del buque tiene 7.000 m2 y de los 600 tripulantes, solo un tercio son sanitarios, que están un promedio de 6 meses y casi nunca llegan al año, porque deben regresar a sus trabajos” y agrega que “otro tercio lo ocupa personal de marinería y manejo del barco, pero el resto son personal de todo tipo, ya que se enrolan como voluntarias también familias con niños, que reciben clases en inglés y francés para que no pierdan el año, por lo que se necesitan profesores, carpinteros, peluqueros, conductores, etcétera”.

Tal y como comenta también la concejala Charín González, “la necesidad de contar con personal voluntario de todo tipo ha propiciado que la organización Naves de Esperanza haya centrado su mirada en Santa Cruz de Tenerife, no solo por su puerto y la proximidad geográfica al continente africano” y aclara que “también visitaron el Ayuntamiento para solicitarnos ayuda en la promoción del voluntariado que quiera participar en un proyecto tan importante que lleva la sanidad y las intervenciones quirúrgicas allá donde las propias administraciones públicas de esos países en desarrollo no llegan”.

Debe tenerse en cuenta que dado que más del 50% de la población mundial vive cerca de la costa, los barcos de la ONG Naves de Esperanza son la mejor manera de llegar a las personas necesitadas con atención médica personalizada y de última generación. Desde esta entidad de voluntariado se indica que “la misión de brindar esperanza a los necesitados comenzó en 1978, y a partir de ahí, cada año enviamos barcos hospitales llenos de profesionales voluntarios que brindan desinteresadamente cirugías que cambian vidas”, aseguran en su página web.

Durante más de 40 años, desde Mercy Ships (su nombre en inglés) “hemos centrado la atención en brindar cirugía y fortalecer la infraestructura de atención médica en las naciones a las que servimos” y concluyen asegurando que “gracias al apoyo de amigos y socios, los niños y las familias que padecen enfermedades dolorosas, desfigurantes y a menudo prevenibles han podido encontrar la curación que tan desesperadamente necesitaban”, detalla Gerardo A. Vangioni.

Detalles de sus 45 años de historia

En los últimos 45 años, por medio de diversos buques hospitales, y con el apoyo de asociados, colaboradores y voluntarios de todo el mundo, han trabajado en más de 56 países en vías de desarrollo, proporcionando servicios valorados en más de 1,5 mil millones de euros y beneficiado directamente a más de 2,8 millones personas, contribuyendo a fortalecer los sistemas de salud de las naciones que los acogen, bien a nivel de infraestructuras y equipamientos, bien a través de programas de capacitación y tutorías.

Mercy Ships, Naves de Esperanza en España, es una ONG Internacional, con oficinas en 16 naciones, desde el año 1978 (en este país, desde el 2000) a través de buques hospitales, transformando la vida de individuos y naciones. Y destaca que Mercy Ships, y gracias al trabajo de su tripulación de voluntarios, ha llevado a cabo más de 114.000 cirugías, tratado a más de 197.000 pacientes y realizado más de 530.000 procedimientos dentales, a la vez que ha formado a más de 53.000 profesionales de la salud, y más de 1.115 proyectos de desarrollo, infraestructura hospitalaria y agricultura.